Aquella gélida noche en el estrecho de l’Encantà experimenté un arrebato de emociones. Sentí en mi mano la fría piel de Amira, su soledad y la mía, mi temor por acariciarla; escuché la acuática voz de la cascada, y el canto de las náyades junto a la fuente, y hasta la Luna retiró el velo de cristal que cubría su guarida. Sentí el frío en la roca fría, en el agua fría, la fría brisa que acaricia y despelleja. Y hablé con Amira, y ella me escuchó, y desde entonces que la ansío, y sé que volveré porque ella me espera…
Título / Localización |
La voz acuática / Estret de l’Encantà (Planes) |
Fecha / hora de la toma |
10/01/2012 / 00:53h |
Cámara |
Canon EOS 50D |
Objetivo |
Canon EF-S 10-22/3.5-4.5 USM |
Tiempo de exposición |
483 sg |
Diafragma |
F 5.6 |
ISO |
160 |
Distancia focal |
21 mm |
Observaciones |
Aunque la toma parezca diurna, un buen observador sabrá |
Comentarios |
Desconozco qué trasmite esta foto al espectador, pero a mí, cada vez que la miro, me recuerda todas las sensaciones que experimenté aquella noche junto al estanque de la ninfa mora |
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