24/04/2013 – Trans-Foradà: al amparo de la Luna llena

Si nada se tuerce a última hora, cuando este post aparezca colgado en la red me encontraré perdido en algún lugar de la sierra de La Foradà, a caballo entre los valles de Alcalà y Gallinera, apartado del mundanal ruido. He querido tomarme unos días para recorrer los dominios del visir al-Azraq, para caminar sus sendas, para interiorizar sus aromas, sus silencios, para cumplir mi promesa de encontrarme con él en al-Qal’a, llegado el mes de las nubes y las flores, en plenilunio.

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La fase de escritura de “La Montaña Azul” llega a su fin, y antes de rematarla, quisiera conversar con mi visir, al atardecer, sin prisas; o de madrugada, mientras contemplamos los escabrosos perfiles de nuestra tierra a la fría luz de la Luna. No lo presiento, lo sé; sé que la próxima vez que acuda a al-Qal’a lo haré con un brote de romero colgado de mi sonrisa y un libro debajo del brazo, y ciertamente, no quisiera que ese fuera nuestro último encuentro. De su mano he recorrido los más bellos territorios de La Montaña, y he sentido la llamada de la tierra suya, que es la mía, y he aprendido a amarla. Sí, regreso a al-Qal’a, a la blanca Foradà, a la hermosa Gallinera, para encontrarme en su silencio…

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La ruta, sencilla: Fortaleza de Al-Qal’a – La Foradà – Mirador del Xap – Bassa de Benirrama – Mirador d’Almiserat – Castell de Gallinera. En lo fotográfico, el plan es uno: adaptarse a las condiciones atmosféricas y permanecer despierto hasta el amanecer. El menú: música andalusí sonando en el smartphone, y fotografía crepuscular, nocturna, time-lapses y alguna circumpolar de madrugada. Ya os mostraré…

¡Que los cielos nos sean propicios!

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