Me gusta escribir desde la experiencia y nunca, nunca, dejo pasar la oportunidad de conocer los escenarios donde transcurre la acción en mis novelas. El castillo de Llutxent no iba a ser una excepción, y allí estuve el pasado sábado 28 de julio, en plena vorágine literaria. Necesitaba conocer sus visuales, el promontorio sobre el que se asienta, sus puntos fuertes y, también, sus debilidades. No, el de Llutxent no es un castillo de roca como los que proliferan en La Montaña, y eso, en caso de asedio, tiene sus consecuencias.
No es de extrañar que en marzo de 1248, cuando las huestes feudales contraatacaron las posiciones en el valle de Albaida tras la insurrección musulmana, pusieran cerco al castillo de Llutxent, ni que emplearan ciertos ingenios mecánicos para asaltarlo. No diré más, sólo que estando allí una gran tormenta se cernió sobre el castillo y que tan grande fue el estruendo que se escuchó que bien parecía que un fundíbulo escupiese grandes piedras.
Título / Localización |
Mammatus / Castell del Xiu (Llutxent) |
Fecha / hora de la toma |
28/07/2012 / 19:16h |
Cámara |
Canon EOS 60D |
Objetivo |
Tamron SP AF 17-50/2.8 XR Di II |
Tiempo de exposición |
1/16 sg |
Diafragma |
F 4.0 |
ISO |
100 |
Distancia focal |
25 mm |
Observaciones |
Filtro Hitech ND 0.6 Grad Soft |
Comentarios |
“Mammatus” es el nombre que recibe este tipo de nubes mastodónticas |
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