14/04/2009 – Primera incursión en el castillo de Rugat

…E responem al Rey de Castella quens maraueylauem molt,
car ell nos pregaua de nostre dan,
car be sabia que Alaçrach nos hauia feyt gran mal e gran dan en nostra terra,
e que era uengut a nos ens hauia dit ques uolia fer chrestia,
e que uolia pendre vna parenta den Carroç per muyler.
E nos uinen a •I• castell de moros que ell tenia per nom Rogat en trastnuytada,
cuydans trahir, que nos no erem mes de •XXXV• cauallers,
e ell donans celada ab •VII• celades de moros, e ab gran brugit de corns e danafils,
e balesters quey hauia molts, e ab dargues.
E si no fos que nostre Senyor nos ajuda dell, haguera nos mort e cunfundut.
E •XVIII• chrestians quey hauiem enuiats quey establissen vna torre dela del castell,
pres los, e retench los…

(Chronica o comentaris del gloriosissim e invictissim Rey en Jacme Primer…, 375)

 

En mi obstinación por confirmar las posibilidades de comunicación acústica entre la atalaya de Almaraién y la Cova dels Nou Forats por medio de timbales y/o añafiles (trompeta), he acordado con un amigo realizar una prueba. La distancia que separa ambos puntos (3.480 m) parece ser acústicamente insalvable, pero no podemos descartar esta posibilidad sin intentarlo. De resultar imposible la comunicación (muy apetecible por las posibilidades que la codificación de estos mensajes ofrece para la ficción), sabremos que los avisos se realizaban mediante fuegos nocturnos o humaredas diurnas o, más probablemente y para ser más discretos, mediante el envío de un trotero. Así, con el fin de tantear previamente el terreno, el pasado domingo de Pascua me propuse acercarme con el coche hasta Almaraién; sin embargo, la gran cantidad de barro y charcos que presentaban los caminos me hicieron desistir. Al final, el destino quiso llevarme hasta Aielo de Rugat, tierra de emboscadas, donde las ruinas del castillo de Rugat me aguardaban.

El castillo de Rugat se encuentra en la estribación nororiental de la sierra de Benicadell, en su parte umbría, coronando el Alto del Castellet a 492 metros de altura. Hacia el sector N-W se obtiene una magnífica panorámica sobre la Vall d’Albaida (Montaverner, Alfarrasí, Bellús, Benigànim, Quatretonda, Llutxent, Montixelvo, Castelló de Rugat, La Pobla del Duc…); sin embargo, hacia el sector SE-NW la panorámica se ve interrumpida por el macizo de Benicadell, sobre cuya silueta destacan l’Alt de l’Ullastre y les Penyes Altes, atalayas que conformaban el sistema de vigilancia de Almaraién en el conjunto defensivo de Benicadell oriental.

Del que fuera hisn Rogat sólo quedan en pie grandes lienzos de su muralla, en los que todavía se distinguen la puerta de acceso y los restos de algunas aspilleras, torres y almenas. En su interior, los vestigios del aljibe y de una torre, probablemente del periodo feudal, es cuanto supe reconocer.

Según la Consellería de Cultura: «Hasta finales del año 1258 no conquistó el Rey Don Jaime I el castillo de Rugat. Este año por concesión real, el caballero Artal de Foces, quien junto con Llop de Vailló y García Ortiz, había conquistado Onteniente, poseía los castillos de Bélgida, Carbonera, Palma, Borró, Vilella, Montichelvo y Rugat, además de la fortificación de la cima de Benicadell. Este rey había establecido algunos puntos avanzados, sin aventurarse de momento más al sur de Játiva y manteniendo, entonces, una buena relación de convivencia con los moros que poblaban toda la Vall de Albaida y también por el otro lado del Benicadell. El mismo rey Don Jaime cuenta, a través de su Crónica o Libro de los Hechos, cómo se rompió el periodo de convivencia con los moros que, acaudillados por al-Azraq, le tendieron una emboscada al engañarle sobre sus intenciones de convertirse al cristianismo y casarse con una mujer de la familia Carroz. Jaime I salvó su vida, pero no corrieron su misma suerte la gran parte de los caballeros de su escolta.» Evidentemente, esta información es incorrecta en lo sustancial y en ella habría mucho que matizar.

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