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(…) y yendo Nos cabalgando, en trasnochada, a un castillo de moros que al-Azraq tenía, llamado Rugat, intentó traicionarnos porque nosotros sólo éramos treinta y cinco caballeros, (Llibre dels Fets o Crónica de Jaime I, 375) |
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La emboscada que los hombres de al-Azraq tendieron al séquito de Jaime I a su paso por la vall de Albaida es un hecho tan fascinante que me ha animado a componerle un soneto.
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Después de grabar los poemas del tío Paco de Fantaquí me apetecía experimentar con el verso. No ha resultado una labor sencilla pelearse con la métrica del endecasílabo, siempre pendiente de las sinalefas, diptongos e hiatos, aunque lo más complicado ha sido –de largo– condensar un hecho tan rico en matices en apenas catorce versos y componerlo emulando las trovas de la épica medieval. Aquí lo dejo para quien lo quiera leer.
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